lunes, 23 de abril de 2018

Levantar la alternativa de los trabajadores y los pueblos de chile.


El bloque histórico de las clases dominantes en Chile y la superestructura económica que sustenta sus cimientos, se encuentra en medio de una crisis de legitimidad. En la medida que el proceso ha sido exitoso desde el punto de vista macro económico, dicho éxito solo ha sido para los poderosos, acrecentando esta crisis hacia el resto de la sociedad.

El crecimiento económico y el éxito de los grandes grupos económicos y transnacionales, es inversamente proporcional al bienestar de la mayoría de los trabajadores y el conjunto del pueblo. Y eso no se puede “mejorar”: el neoliberalismo funciona así. Año a año, las mineras se expanden con nuevos proyectos contaminando nuestra tierra, las empresas pesqueras y salmoneras arruinan nuestro mar  y su biodiversidad, los procesos industriales secan nuestros ríos y las AFP, inmobiliarias e instituciones educacionales privadas lucran con los que deberían ser nuestros derechos.
Esta es la contradicción fundamental del período de estabilización de la lucha de clases: Capitalismo Neoliberal versus Pueblo.

Conflicto o contradicción que surge y se profundiza día a día en la esfera de la producción material, y que explica la progresiva pérdida de hegemonía y legitimidad del régimen político.

Sin embargo, la expresión política de este conflicto fundamental se encuentra bloqueada.

Frente a esto, se han levantado caminos alternativos a este bloqueo, en conflictos o contradicciones secundarias, como el descontento, principalmente de las capas medias; la movilización de muchas poblaciones por la defensa de sus condiciones de vida, y también, la lucha por educación de los jóvenes, sobre todo de los más pobres y endeudados, lo que ha lanzado a estos por miles a las calles durante los últimos años.
Estos tres conflictos, al desarrollarse, han derivado en una cuarta contradicción, que es la expresión principal, en este momento de desarrollo de la situación política, de la contradicción fundamental entre capitalismo neoliberal y pueblo: Institucionalidad neoliberal versus Democracia Plena, que engloba tanto el conflicto o contradicción entre el actual régimen político y la demanda por participación de distintos sectores sociales, así como el conflicto entre las condiciones tremendamente poco equitativas en que operan los grandes grupos económicos frente a la población común y corriente, y los costos que esta última debe pagar en términos de deterioro de sus condiciones de vida.

La resolución de esta contradicción principal, que en última instancia no puede ser resuelta en el capitalismo, en la coyuntura política a favor de los intereses populares –en alianza con otros sectores sociales- es una aproximación indirecta que nos puede permitir atacar, desde la superestructura, por decirlo así,  aspectos estratégicos de funcionamiento del neoliberalismo, y remover los cerrojos que dificultan la organización y lucha independiente de los trabajadores.

Los mecanismos que protegen al capitalismo neoliberal también son institucionales y pueden ser removidos, por lo que una ampliación “participativa” de la democracia, a través de representantes legislativos, mecanismos plebiscitarios, actos administrativos o de una Asamblea Constituyente, podría efectivamente derribar algunos de sus pilares de sustentación.

Es por esto que avanzar hacia la convergencia de organizaciones políticas populares como IZAR y Ukamau es un requerimiento histórico.

La construcción de un bloque histórico alternativo.

Surgimos de la experiencia de organización de miles pobladores, a su vez trabajadoras y trabajadores, y de jóvenes estudiantes nacidos de familias trabajadoras a lo largo de todo el país. Somos entonces organizaciones de los pobres urbanos y de los trabajadores precarizados. Ukamau es la expresión de las luchas y organización de trabajadores, en cuanto pobladores, que desde hace décadas vienen en un proceso de articulación. En tanto, IZAR, proviene de las luchas estudiantiles de las primeras década de los dos mil. Ese es nuestro contenido de clase y es la experiencia que podemos aportar, en este momento, como organizaciones y como movimiento social, tanto a la lucha de clases en el país, como a la conformación de este bloque contra-hegemónico.

Si queremos que el sector dominante de este bloque contra-hegemónico sean los trabajadores organizados y el pueblo, debemos entonces comenzar a unir nuestras experiencias y construir un programa de lucha que convoque al conjunto de los sectores populares a luchar.

Izquierda posible. Las alianzas en función del conflicto o contradicción principal, y de la necesidad de construir el bloque contra-hegemónico.

La contradicción o problema, a estas alturas, no es Derecha versus Nueva Mayoría. Eso es un error y forma parte del engaño necesario para seguir manteniendo el régimen político inalterado. Ambas, en alianza estratégica, están juntas en el régimen político, son las coaliciones del duopolio y son las que construyeron esta democracia restringida. Pero, la derecha siempre ha sido minoritaria social y electoralmente, y ese es el problema que ha tenido para gobernar.

El agente político hegemónico de las clases dominantes fue la Concertación. Fue ella la que ideológicamente subordinó a los trabajadores y a los sectores populares al proyecto histórico del capitalismo neoliberal -por ello logró gobernar más tiempo que la misma dictadura-, y es por ello que sigue siendo el principal factor de estabilidad del régimen político. 

Sin embargo, las contradicciones propias del neoliberalismo y las luchas emprendidas por nuestro pueblo han provocado la pérdida relativa de la base social a la Concertación, de pilar en el pacto PS-DC,  con notoria expresión electoral en las últimas elecciones y en los miles de chilenos que regularmente colman las calles de nuestro país.

Es por ello que la derecha busca una reformulación de la institucionalidad neoliberal dentro de sus marcos. Buscan un reoxigenar del acuerdo nacional mediante un reacomodo del pacto de gobernabilidad. Ya han hablado de un "gran acuerdo nacional económico", además de la reforma a la extensión de los años de duración presidencial y la cantidad de representantes en el Congreso. Esto, claramente solo maquilla la constitución del 80', quitándole la firma de Lagos, que hizo modificaciones el 2005. En general, esto busca según su análisis, compartido en parte por la Nueva Mayoría, que haciendo estas modificaciones se podrá recuperar parte de la legitimidad social perdida en los años de la transición, además de preservar cuidadosamente la estructura institucional antidemocrática del neoliberalismo.

Ahora, uno de los primeros pasos para contribuir a la crisis de la Nueva Mayoría, a su colapso y a su división, es construir una alternativa electoral por fuera de ella, que permita y tensione el corrimiento de las fuerza efectivas de izquierda que buscaron una alternativa en ella, pero no encontraron el anidamiento de honestidad política y estratégica necesaria. Alternativa electoral, que debe formar parte de la construcción del bloque contra-hegemónico. Esta Alternativa es el Frente Amplio.

Esto implica fortalecer el Frente Amplio, que logre agrupar a todos aquellos movimientos ciudadanos, asamblearios, humanistas, ecologistas, marxistas, progresistas y revolucionarios que están comprometidos con una reforma profunda al régimen político, cuyo carácter sea anti-neoliberal y democrático. El Frente Amplio debe traducirse tanto en fuerza social en las calles, a la vez que también en una fuerza electoral. El Frente Amplio indudablemente va a tener contradicciones en su interior, pero se debe construir a partir de los acuerdos comunes, que no son pocos a estas alturas. Al interior del Frente Amplio debemos construir la izquierda posible identificada con los ideales del socialismo y que claramente aspire a transformar profundamente el orden actual, siendo protagonistas los pobres de la ciudad, los trabajadores y sectores medios empobrecidos.

El camino propio o circunscrito exclusivamente a los trabajadores y sectores populares puede ser atractivo, pero es sectario e inviable electoralmente.

Debemos dejar claro cuál es nuestro camino y nuestro proyecto y dar la lucha ideológica al interior del Frente Amplio, para ganar a otros sectores a nuestras posiciones y nuestras propuestas; la Izquierda Posible.

Es en este contexto que tiene sentido y viabilidad la confluencia política de nuestras organizaciones. De lo contrario, cualquier iniciativa de reformas políticas parciales se realizará sólo con los actores que actualmente participan del régimen político.
Esto lo planteamos en el entendido de que un bloque contra-hegemónico deberá incorporar necesariamente, en la coyuntura actual, expresiones políticas representativas de los sectores perjudicados por el neoliberalismo: Trabajadores, pobladores, mujeres, estudiantes, etc. Sí. Pero también clases medias e incluso sectores empresariales no monopólicos, los que de igual modo son discriminados en el acceso a los bienes, a los servicios y a la calidad de vida que demanda una sociedad justa y necesaria.

Por otro lado, no habrá unidad ni alianzas posibles si no se basa en la construcción conjunta de un programa. Un proceso de construcción colectiva es una herramienta del trabajo de alianzas, y puntualmente es en el tema de pobladores y estudiantes populares que podemos aportar y lograr que otros sectores hagan suyos también nuestros puntos de vista.

Nuestro llamado entonces es abierto al conjunto de la dispersa izquierda revolucionaria. Avancemos desde nuestros puntos de acuerdo y en los tiempos propios de cada organización al necesario proceso de convergencia de nuestro sector. Sabemos que el camino es largo, pero la necesidad de nuestro pueblo y las posibilidades del momento político exige de los revolucionarios saber resolver los obstáculos y avanzar hacia la unidad. Es en las calles, con los trabajadores, pobladores y estudiantes, con las mujeres, los pueblos originarios y las más diversas luchas de nuestro pueblo donde nos encontraremos.

La convergencia de los revolucionarios la hacemos en las Calles!

Izquierda Anticapitalista Revolucionaria - IZAR Chile

Ukamau.

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