Por nuestro derecho a la vivienda, al barrio y la ciudad
Movimiento de Pobladores Ukamau
A comienzos de el año 2011, (especificamente en febrero cuando se cumplia un año de el terremoto que azoto a nuestro país) un grupo de pobladores iniciamos el duro pero hermoso camino de luchar por una vivienda propia, una necesidad imperiosa que tenemos miles de allegados a lo largo del país.
En este proceso nos hemos dado cuenta de que las “soluciones” existentes son insuficientes y que las viviendas que nos ofrecen a los sectores populares están lejos de garantizar una vida digna. No nos hemos organizado para que nos den una vivienda pequeña y de mala calidad. De lo que se trata es que la nueva casa o departamento sea lo más parecido a lo que soñamos. Que tenga los dormitorios que necesitamos, ni dos ni tres ni cuatro…los que necesitamos.
Poder decidir cómo y dónde vivir es un problema que los allegados no hemos resuelto. Menos lo han resuelto los gobiernos de turno. Subsidios se han repartido pero casas no se han entregado. Que hay que tener Egis, -tenemos Egis-, que hay que tener proyecto, -tenemos proyecto-, que hay que tener paciencia…esa se nos termino.
Queremos viviendas dignas, con más metros cuadrados porque con casas de 36 mts nada se resuelve, hoy la ley dice que tienen que tener a lo menos 50 mts2. La ley lo dice, pero no se practica, los allegados con solución son aquellos que el año 2009 y 2010 compraron viviendas usadas. Pocas viviendas nuevas se han construido en terrenos que nos sirvan ¿Cuáles son las ultimas viviendas sociales entregadas en Estación Central?, ¿En Peñalolén? ¿Cerro Navia?...de seguro que hay fuera de la ciudad.
¿Y esto por qué? Porque el derecho a la vivienda nos ha sido privado. La vivienda y la ciudad son pensadas para el lucro de las grandes constructoras e inmobiliarias que encarecen los suelos marginando a los pobres a las periferias de la ciudad para asegurarle a las clases altas y a los sectores con capacidad de endeudamiento un lugar agradable donde vivir. Mientras los pobres somos marginados y hacinados en los bordes de la ciudad, lejos de nuestros familiares, lejos de nuestros empleos, lejos de los barrios que hemos construido. Nos hemos dado cuenta también de esta situación y hemos levantado el derecho a quedarnos en nuestras comunas de origen, las comunas que nosotros mismos hemos construido. Pero no nos hemos detenido ahí. Nos hemos planteado luchar por nuestras viviendas exigiendo el máximo posible dentro de la legalidad vigente, pero nuestra mirada va mucho más allá. Queremos mejores viviendas y que se garanticen los derechos habitacionales de todos los chilenos. Queremos una ciudad agradable, construida partidamente, descontaminada y que fomente la vida comunitaria. Queremos barrios organizados, participativos y en donde entre todos y todas vamos avanzando en recuperar los derechos sociales que tanta falta nos hacen.
Nos encontramos en lucha por nuestras viviendas pero sabemos que nuestra lucha va mucho más allá y es por eso que hoy queremos compartir con ustedes nuestras propuestas e invitarlos a luchar y a construir mejores viviendas, mejores barrios y una mejor ciudad.
I – Por el derecho a una vivienda digna
1) Viviendas dignas y de calidad para el pueblo chileno: Necesitamos un estándar de excelencia en calidad y seguridad para nuestras viviendas, el cual no se entrega con la actual ley. Es por esto que buscaremos conseguir el máximo de beneficios dentro de ésta a través del subsidio, como aumentar los metros cuadrados, para evitar el lucro de inmobiliarias y constructoras.
2) La vivienda es un derecho, no un negocio: Las soluciones habitacionales deben ser garantizadas por el Estado para todo el pueblo Chileno sin poseer algún intermediario que busque beneficios económicos, para esto debería existir una Empresa Nacional de la Construcción dedicada a la edificación de Viviendas Sociales, la cual debe contar con la participación directa de los Comités de Vivienda, que son los únicos que conocen con exactitud los reales problemas de los allegados. Además, ésta daría paso a una Empresa Estatal Productora de materiales de construcción, por ende aumentarían las fuentes laborales, los recursos económicos del país y se podrían convertir en un ejemplo de eficiencia, sueldos justos y respeto por los derechos laborales.
3) Soluciones habitacionales para la juventud chilena: La escasez de empleos y los bajos sueldos conducen a los jóvenes a permanecer bajo el techo de sus padres por un tiempo mucho más prolongado que el deseado, incluso cuando ya han conformado una familia, realzando el hacinamientoy la situación de allegados. Por otro lado, muchos Universitarios deben cursar sus estudios en otras regiones, viviendo en precarias condiciones, aumentando los gastos familiares y viéndose obligados a trabajar para costear dichos gastos o arriendo. Para avanzar en la solución de la problemática se propone:
- Crear Residenciales gratuitas para los estudiantes en todas las regiones.
- Creación de viviendas transitorias para los jóvenes en proceso de conformación de familia, como paso previo a la vivienda definitiva.
II – Por el derecho a la ciudad
1) Creciendo hacia arriba, densificando la ciudad: El lucro inmobiliario y la ausencia de planificación para el desarrollo de las ciudades han generado una caótica situación de crecimiento sin control, eliminando los valles fértiles que las rodean y marginando a los pobres a las periferias lejos de sus lugares de trabajo, familiares y servicios sociales. Para revertir esta situación proponemos.
- La ciudad debe densificarse, creciendo hacia arriba y limitando su expansión hacia el lado.
- Los pobladores tenemos derecho a quedarnos en nuestras comunas de origen, donde hemos construido nuestra historia y lazos sociales. Las políticas habitacionales deben responder en este sentido, evitando que los pobladores deban emigrar a las periferias por los altos costos de los terrenos en sus comunas producto de la especulación inmobiliaria.
- Las industrias y terrenos abandonados deben ser reutilizados para la construcción de viviendas sociales.
- Los valles que rodean a las ciudades deben ser refertilizados y así potenciar el desarrollo agrícola, dotando a la ciudad de alimentos frescos y disminuyendo sus costos.
2) Una ciudad construida participativamente: la ciudad crece en función de los requerimientos del mercado, atentando contra la vida comunitaria y de los sectores populares. Los planes reguladores comunales han beneficiado a las inmobiliarias, industrias y termoeléctricas, generando devastadores efectos. Para una ciudad construida participativamente proponemos:
- Elaboración de los Planos Reguladores comunales, mediante la participación de todas las organizaciones sociales y comunitarias del sector.
- Sometimiento de todos los Planos Reguladores a un plebiscito comunal para su aprobación o rechazo
3) Una ciudad saludable para la vida comunitaria: La ciudad debe ser para las personas y no para crear una supercarretera. El exceso de automóviles y locomoción, en general, provoca que la ciudad se vea más congestionada y a la vez contaminada, lo cual desemboca en la pérdida de espacios públicos y del tiempo para la vida familiar. Para avanzar en este sentido proponemos:
- Luchar por un transporte público integral y digno para nuestro pueblo: el transporte público debe convertirse en una alternativa real para dejar el automóvil. Debemos luchar por la estatización del sistema, organizándonos de inmediato para impedir cualquier tipo de alza que atente contra las familias Chilenas. Nuestro sistema público de transportes debe tener un carácter integral, es decir, ser capaz de conjugar a los distintos medios de transporte usados para el desplazamiento. La red de metro debe alcanzar una mayor cobertura, el cual debe crecer de la mano con la optimización del Transantiago y la incorporación real de ciclo vías con aparcamientos (en las principales calles), para que así la bicicleta se convierta en la mejor alternativa de transporte.
- Descentralización de los servicios: una mayor densificación permitirá hacer un uso más efectivo y racional de los servicios. Para esto, los nuevos barrios que se creen también deben contar con un acceso rápido a estos, por tanto, la descentralización de los servicios y actividades es fundamental. El barrio debe convertirse en sí mismo en un centro local en donde puedan realizarse múltiples actividades, sin la necesidad de tener un viaje excesivo.
- Restructuración de la periferia: el desarrollo caótico y la política de enviar a los pobres lejos de sus fuentes de trabajo, ha generado una situación de ausencia de servicios, infraestructura y lugares de trabajo en las poblaciones limítrofes. La periferia debe ser empoderada y contar con servicios que le permita consolidarse sin necesidad de depender del centro de la ciudad.
- Devolverle los espacios públicos a la comunidad: aumentar las áreas verdes para la vida en comunidad, caminar con la familia, salir en bicicleta, de paseo, etc.
III - Por el derecho al barrio, poder comunitario
1) Un barrio organizado: La auto organización de los vecinos para enfrentar sus necesidades, pelear por sus derechos y construir espacios propios de desarrollo, es fundamental. Sólo los pobladores conocemos nuestros problemas y está en nuestras manos solucionarlos. La organización y la vida comunitaria es lo que nos hace ser verdaderos vecinos, generando lazos de confianza, relaciones e identidades en común que nos hacen crecer y ser una verdadera comunidad.
2 – Por el derecho a una vida digna: para la participación y la organización comunitaria, deben plantearse, también, la lucha por los derechos que nos son negados. Actualmente para acceder a una buena educación, atención médica y mejores viviendas hay que tener dinero, por lo que los derechos de todos se convierten en privilegios de unos pocos. Frente a los problemas que enfrentamos los pobladores, debemos exigir nuestro derecho al trabajo, sueldos dignos, educación, salud y servicios básicos.
Por la Vivienda, el Barrio y la Ciudad
LUCHANDO AVANZA EL PUEBLO
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