“Nuestra lucha es más grande que una casa”
Doris González Lemunao, vocera del Movimiento de Pobladores Ukamau.
Ukamau -que en aymara significa “Así somos”-, nació en 1987, en plena dictadura militar, como una agrupación de talleres culturales en la Población Santiago, de Estación Central. Hoy, tras 27 años de lucha y trabajo social, es un masivo movimiento de pobladores dirigido por una joven, Doris González Lemunao. Ukamau es parte de la Unión Nacional de Pobladores (Unapo), donde se vincula con otras organizaciones de pobladores de Santiago y regiones. Tienen una mesa de negociación con el Ministerio de Vivienda y con el Serviu. El pasado 11 de julio protestaron de madrugada junto a Unidos Venceremos, la Mesa Multisectorial y la Unapo, cortando calles en diferentes comunas. “No todas las acciones tuvieron el efecto mediático de Peñalolén y la Alameda, pero efectivamente en muchos lugares se movilizaron los pobladores. Creemos que eso hay que seguir fortaleciéndolo; hay que confluir con otros”, dice Doris González.
Doris era una niña que participaba en los talleres poblacionales. Existía un fuerte vínculo con la comunidad en el sector poniente de Santiago entre pobladores y organizaciones de Izquierda que luchaban contra la dictadura. La Iglesia Católica había dado cobijo a diversas organizaciones sociales y populares, pero a fines de los 80, comenzó a cerrarles sus puertas.
“Un grupo de jóvenes de la Población Santiago dio origen a un centro cultural, en 1984, llamado Hue Huentru. Fue el pilar en la formación de la Agrupación de Talleres Culturales Ukamau, que nace el 30 de abril de 1987. En 1989, con fondos de una ONG sueca ligada a la Iglesia metodista, se compró una casa en la Población Santiago. Así nació la Casa Ukamau, donde se hacían talleres que ayudaban a resolver la economía de pobladores. Pasó el tiempo y algunos jóvenes nos fuimos involucrando más. Ya no sólo participaban adultos, sino que se involucró a jóvenes, adolescentes y niños. Eso hace que se comiencen a formar batucadas, grupos de malabarismo, y que trabajemos la resistencia cultural”, dice Doris González.
TRAYECTORIA DE LA ORGANIZACION
Ukamau fue parte del Cordón Popular de Educación. Formó preuniversitarios, exámenes libres y vinculó a jóvenes universitarios. “La casa se llenó de estudiantes. Pero sucedió que la comunidad comenzó a desvincularse del trabajo porque ‘había llegado la democracia’. La ‘transición a la democracia’ hizo que muchos desistieran de seguir trabajando, y se fueron para su casa. En diciembre de 1990, un fundador de Ukamau, Luis Antonio González, muere en un enfrentamiento con la policía, en Molina. El era militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Lo velamos en Casa Ukamau. Era mi tío. La población estaba sitiada, no se podía entrar ni salir sin mostrar el carnet. A su funeral asistieron cientos de pobladores. Para nosotros, el legado del Toño, de los hermanos Vergara Toledo y de muchos compañeros asesinados, hace que tengamos fuerza para seguir nuestra lucha”, agrega Doris González.
Ukamau siguió creciendo con los talleres y vinculando a más jóvenes. “La comunidad se resistía un poco, decían que la dictadura se había ido y que ya no era necesario luchar. Algunos pensamos que no se estaba cumpliendo lo que se esperaba de la Casa Ukamau. La gente participaba de nuestras actividades de autogestión, pero no se quedaban. Nos golpeaban la espalda y nos decían ‘buena cabros, sigan adelante, pero yo me voy a casa’.
Algunos tuvimos oportunidad de visitar Venezuela y conocer el proceso bolivariano en 2002. Fuimos parte de lo que es la ‘Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora’. Vimos la necesidad del cambio, el nivel de organización, los procesos eleccionarios de mayorías que influían en la revolución y beneficiaban a todo un pueblo. Nosotros nos resistíamos al tema electoral, pensábamos que el voto no cambiaba nada. Volvimos con otra mirada y trabajamos con mayor énfasis, discutimos qué hacer. Hoy creemos que el poder popular es el trabajo que hay que hacer. El bloque dominante constituido por la derecha y la Nueva Mayoría no va a cambiar nada. Necesitamos levantar otra opción, como hizo Venezuela”, dice.
UNIENDO LAS LUCHAS
Doris González ha sido candidata a concejal. La experiencia sirvió -dice- para darse cuenta que existe un descontento grande con los partidos y la gente ve la política como algo lejano. Entonces comenzaron a reforzar el trabajo del Movimiento de Pobladores Ukamau. “Cuando nos planteamos una construcción de mayorías que hará los cambios en nuestra sociedad, dijimos: ¿Cuál es la necesidad más sentida por nuestra población? Hicimos un diagnóstico en la Santiago, y solo acá había más de 400 allegados. Nos pusimos a estudiar la política de vivienda y descubrimos muchas cosas. Por ejemplo, que en nuestro país la vivienda no es un derecho y que la política de vivienda es una política de gobierno, pero no de Estado. Cada vez que cambia el gobierno, nos cambian la forma de postular a una vivienda, ponen nuevas trabas a los pobladores. Nos dimos cuenta que tenemos más necesidades que una vivienda. Ukamau dice: ‘Nuestra lucha es más grande que una casa’. Hemos logrado vincular la lucha por la vivienda con la lucha por los recursos naturales, por la educación gratuita, etc. Participamos con el movimiento estudiantil, y levantamos una mesa multisectorial con el Sindicato Interempresa de Trabajadores Contratistas de Codelco (Siteco), el Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima), y la Unión Nacional Estudiantil (Une)”, agrega.
El Movimiento de Pobladores Ukamau agrupa a vecinos de las comunas de Estación Central, Maipú, Lo Espejo y Pedro Aguirre Cerda, en la Región Metropolitana, y tiene procesos de construcción en otras regiones. Son unas 1.500 familias, con diversos niveles de participación. “Nosotros no somos la vanguardia. Creemos que lo que hay que hacer es construir en conjunto, y hoy es tiempo de unidad con los sectores que luchan. Sabemos que tenemos compañeros en la Izquierda que no están de acuerdo en lo electoral. Pero hay cosas que nos unifican. En definitiva, tiene que ser un programa el que nos unifique”, dice. Unos cuarenta dirigentes son la columna vertebral de Ukamau, con quince años de edad los menores. “Eso hace que tengamos una visión amplia de lo que tenemos que construir. La radicalidad no solo se ve en el discurso, sino también en nuestras acciones. Creemos que es fundamental la participación de los jóvenes, eso ha demostrado que no tenemos que poner la otra mejilla, sino también hay que preocuparse de cómo nos defendemos y protegemos a nuestra gente”.
BATUCADA “TAMBOR REBELDE”
De Ukamau surge la batucada “Tambor Rebelde”. “Ahí están hoy los más chicos. Surgió en 2000. Hoy son cuarenta chiquillos y chiquillas que construyen sus propios tambores. Compran los fierros, los pernos, la madera, la pintura y arman su tambor. Aprenden a tocarlo, es su arma de guerra. Y le dan alegría y rebeldía a las marchas por la Alameda o en nuestras poblaciones. También participan con otras organizaciones, por ejemplo, apoyando a los sindicatos en huelga”.
A la última asamblea de Ukamau en Estación Central, asistieron 800 pobladores. Como en la Casa de Ukamau no cabían todos, tuvieron que pedir prestada la sede de la Junta de Vecinos de la población Santiago. El tema de la asamblea era cómo prepararse para la marcha del Día de la Dignidad Nacional, el 11 de julio, que conmemora la nacionalización del cobre. “Al principio nos costaba mucho vincular la lucha callejera con la necesidad de una casa, porque la lógica de la gente es ‘esperar haciendo cola’. Costó, pero hoy los niveles de participación y empoderamiento son grandes. Hacemos actividades como cenas, bingos, actos culturales en plazas y calles, participamos de las manifestaciones, por ejemplo la marcha por Palestina, la marcha No a Alto Maipo, la marcha por la educación. Estamos constantemente vinculándonos a las luchas que tienen que ver con nosotros. Más que una consigna, es una realidad que ‘es un solo pueblo y una sola lucha’. Ukamau ha logrado ser un referente en Estación Central”, dice.
Doris González cuenta que muchos pobladores de Ukamau se han vinculado con otros espacios de organización. “Las parvularias municipales de Estación Central acaban de formar un sindicato, y las dirigentas son también parte de Ukamau. Eso nos llena de orgullo. Cada vez que salimos a la calle o hacemos una asamblea, reivindicamos el derecho de los pobladores y de todos a una vida digna, a transformar esta sociedad para beneficiar al pueblo”.
PROYECTO EN LA EX MAESTRANZA SAN EUGENIO
En la última elección presidencial, Ukamau participó en el Movimiento Todos a la Moneda. Lo decidieron en asamblea. “Creemos que debemos estar en los espacios de poder, y hemos levantado referentes y candidatos. No creemos que haya que hacer lo del Partido Comunista: ponerse de rodillas ante la Concertación que ha gobernado para ricos y poderosos. Hoy tenemos oportunidad de construir algo nuevo y unirnos. Después de la experiencia de Todos a la Moneda nos hemos unido con Siteco, la Une y Modatima. Nos interesó el programa y quienes estaban ahí, por ejemplo, el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez (MPMR) y la Unión Nacional Estudiantil (Une)… Siempre pensamos en una candidatura presidencial de los que no somos parte de la Nueva Mayoría. Pero fue un error no llevar una sola candidatura. Hasta el último momento creímos posible levantar candidatura única…”.
El Movimiento de Pobladores Ukamau lucha por un proyecto de viviendas en la ex Maestranza San Eugenio, y están pensando construir otros en nuevos terrenos. “Vamos a construir en la ex Maestranza San Eugenio 440 viviendas de 62 metros cuadrados, siete más que los que permite la ley a proyectos no autogestionados. Es un proyecto inédito porque trabajamos con el artículo 68 del Decreto Supremo Nº 49 de Vivienda, que reconoce la ‘autogestión’ de los pobladores. Sabemos que las poblaciones La Victoria, Nueva La Habana o Los Nogales, por ejemplo, se levantaron con el esfuerzo de los pobladores. La ley reconoce la autogestión y nuestro proyecto se ampara en eso. El arquitecto que lo diseñó fue don Fernando Castillo Velasco. El proyecto se parece a la Villa Portales. Obviamos a las Entidades de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS), ONGs y otras que el Estado financia para que ‘organicen a los pobladores’. Dialogamos directamente con el Estado. En esta pelea estamos. Pero parece que las autoridades se arrepintieron de la autogestión. Hacen como que existe en la ley, pero en realidad no la están financiando. Es bastante dura esta administración de Michelle Bachelet, más que la de Piñera. Nos dicen: ‘No le tememos a la movilización’. Es un ‘hagan lo que quieran, no nos importa’. En cambio, las autoridades de Piñera temían a la movilización”.
Arnaldo Pérez Guerra
(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 812, 5 de septiembre, 2014)
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