viernes, 19 de agosto de 2016

La lucha por el derecho a la vivienda, al barrio y a la ciudad, del movimiento de pobladores Ukamau (1987-2015)



La migración que movió los muros de la ciudad
En 1929 se produjo la crisis económica más importante en la historia del capitalismo. Chile fue uno de los países más golpeados producto de su fuerte dependencia de la exportación (minera). Desatada la crisis en el norte salitrero, el sur carbonífero y agro-ganadero la población cesante debió buscar nuevos horizontes.
La respuesta de la elite chilena fue débil. Los empresarios nacionales no eran productivistas (industriales) por lo que no promovieron activamente un proceso de industrialización. Sólo cuando el país se vio sin recursos ni bienes (de todo tipo), impulsaron tímidamente, desde el Estado, la industrialización por sustitución de importaciones (ISI).
La Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), creada en 1939, ejecutó acciones que permitieron echar las bases de dicha industrialización en el país, para lo que creó grandes empresas, indispensables para el desarrollo de Chile, como la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa), la Empresa Nacional del Petróleo (Enap), la Compañía de Acero del Pacífico (Cap) y la Industria Azucarera Nacional (Iansa), entre otras.
Corfo dio un fuerte impulso a actividades como la electrificación del país, el comercio y el transporte - estableciendo una red nacional de frigoríficos, diversas empresas públicas de transporte y hotelería, la minería y la industria, favoreciendo el desarrollo de numerosas empresas como Laboratorio Chile, Pesquera Arauco, Industria Nacional de Neumáticos (Insa), Chile Films y Manufacturas de Cobre (Madeco), por nombrar sólo algunas.
Este proceso industrializador motivó intensas migraciones de campesinos y mineros a los centros urbanos y en especial a la capital, motivados por la oferta de mano de obra y la promesa de mejores condiciones de vida. Santiago inició un proceso de desarrollo acelerado y vertiginoso que terminó por transformar completamente la fisonomía de la ciudad.
Fue aumentando el poblamiento de los bordes urbanos. Hacia el oriente (Providencia y Ñuñoa), por acción de las clases medias y altas; hacia el norte (Conchalí), por los estratos bajos y hacia el occidente (Quinta Normal, Barrancas) y el sur (San Miguel) por sectores medios y bajos. Los nuevos llegados a la ciudad también encontraron un cambio en las tecnologías de transporte que permitió el poblamiento más alejado de sus fuentes laborales. El motor diesel transformó completamente el modo de desplazarse en la ciudad, lo cual permitió la urbanización y el poblamiento incluso de “Lo Chuchunco”.[1]
La ciudad, que llegaba hasta la antigua Estación Central de trenes, vio crecer las viviendas de los nuevos habitantes. Allá, en lo que hasta en ese entonces eran los extramuros de la ciudad, en donde antaño se preguntaban ¿Dónde quedó el río?[2]
Este proceso acelerado de migración campo-ciudad, fue acompañado por el aumento de la población nacional (pasó de 3 a 6 millones entre 1900 y 1940), la concentración mayoritaria en Santiago (30% del total nacional), y la distribución desigual del ingreso (expresado en falta de vivienda y urbanización para la clase trabajadora), vale decir, cuatro tendencias históricas que provocaron un déficit habitacional estructural. Según el Censo de 1952 de los 5,9 millones de habitantes del país 2 millones carecía de habitación, es decir, el déficit ascendía a las 400.000 viviendas.
La inflación hizo que muchas familias no pudieran seguir pagando arriendo en los conventillos. Mucha de la población migrante sin recursos debió ubicarse en sitios eriazos (orillas de Río Mapocho, canal Zanjón de la Aguada), fue así como nacieron las Poblaciones Callampas en los años 40. 
Organizados por la izquierda, los pobres de la ciudad comenzaron a ser vistos como una potencial amenaza al orden establecido. La DC los bautizó como “pobladores marginales” para enfatizar en sus actitudes de pasividad que requería de la acción de la Iglesia y el Estado.
Población Los Nogales
La Población Los Nogales, es una gran población que nace a partir de este proceso a finales de la década del 40. Este sector, ubicado en el área sur de lo que hoy es la comuna de Estación Central, surge cuando un grupo de aproximadamente 90 familias de los cités de Estación Central y la población “Lautaro”, aburridos de vivir en las malas condiciones que les ofrecía la ciudad, comienzan las gestiones con la Corporación de Vivienda (Corvi) para obtener un lugar definitivo donde asentarse. Al no recibir respuesta, lo vecinos proceden a hacer toma de terrenos del Seguro Obrero, una chacra llamada “Los Nogales”.
Luego de conversaciones con el gobierno de la época, a cada familia se le asigna un sitio demarcado por cuatro estacas: 10 metros de frente y 20 de largo. No había luz, agua ni alcantarillado. Los camiones del ejército eran los encargados de trasladar las familias y dejarlas en un potrero sembrado de frondosas maravillas.
Así, el 8 de enero de 1948, marca el comienzo de la población Los Nogales. Esta temprana “Operación Sitio”, es la razón por la cual las manzanas son homogéneas y las viviendas diferentes. Producto de la autoconstrucción es la diversidad y variedad de sus construcciones y soluciones. Viviendas que nacían parecidas, pero distintas una tras otra, como callampas después de la lluvia, conformando una de las primera poblaciones callampas de Chile.
La historia de esta población es de organización constante, desde un principio, cuando tuvieron que trazar las calles, postear para tener luz y gestionar pilones para el agua. Fue sólo en base a ese tesón organizativo que el barrio pudo salir adelante.
Los Nogales ha sabido de tormentosos barriales y polvorientos veranos. Frente a cada inclemencia de la naturaleza su gente supo buscar la solución en el trabajo colectivo y organizado, el talento creativo y la fuerza de trabajo popular puesta en función de las soluciones a los problemas.
En esta línea de reflexión, vale la pena recordar otro gran hito dentro de la historia de la población: La formación de una brigada de bomberos. Durante la década de 1950, los vecinos se reunieron y organizaron para combatir los incendios que los afectaban, los cuales podían durar horas debido al material ligero de las construcciones. Luego de mucho esfuerzo, y con mucha organización se fundó el 20 de noviembre de 1959 la decimosexta compañía del cuerpo de bomberos de Santiago, "Bomba Chile".
La población Los Nogales constituye el alma de la zona sur de la comuna de Estación central. Es una población madre y referencias a ella las encontramos en la mayoría (sino la totalidad) de las poblaciones aledañas: Alessandri, Robert Kennedy, La Santiago, La Palma, La Bonilla, Villa Francia y otras.
La Población Santiago
Aledaña a la Población Los Nogales, nace en la mitad de la década de los 60, una población que recibe, en su mayoría, a la segunda generación de aquellos que llegaron a poblar ese sector de la ciudad. La Población Santiago.
Trajeron sus sueños y esperanzas a un proyecto que recién veía sus primeros trazos en las calles que diseñaron desde la CORVI (Corporaciòn de la Vivienda). El mismo tesón, creatividad y esfuerzo que dio vida a Nogales, se vuelca a la construcción de la Población Santiago.
En esta población, en la década de los 80, durante el periodo más cruel en términos represivos y económicos de la dictadura militar y amparados en la capilla del sector, un grupo de jóvenes se organiza y retoma la lógica de autoorganización, dando vida, en torno a un taller de filosofía, a una primera organización llamada We Wentru. Estos jóvenes pobladores tenían una visión sobre la educación como motor del progreso social y no como medio para escalar socialmente.
De esta agrupación inicial, ya alejados del amparo eclesial y con una lógica de autonomía y autogestión, nace en 1987 la Agrupación de Talleres Culturales Ukamau (Así Somos, en lengua Aymará), formando a otros jóvenes en el uso de instrumentos musicales, folclor, serigrafía, gasfitería, muralismo, artesanía y discusión de la situación política del país. También, desarrollando actividades de apoyo escolar para los niños de la población, un pre-universitario y apoyo para exámenes libres de pobladores adultos que no terminaron su educación formal, articulando una coordinación regional de centros culturales, bibliotecas y centros de educación popular. Incluso, el año 2008, junto a otras organizaciones sociales, dando vida al periódico El Quinto, como un medio de comunicación popular que en sus páginas diera cabida a un sector social completo ninguneado por los medios de comunicación oficiales.
Al 2015, el Ukamau se ha conformado como la fuerza social de pobladores de mayor masividad e importancia de esta comuna, y por qué no decirlo, del país.
¿Pero cómo se gestó esto?
El año 2010, buscando aumentar la participación de pobladoras y pobladores en el Ukamau, la organización realiza un diagnóstico de necesidades de la población el cual arrojó que 425 familias vivían como allegadas. En la búsqueda de una solución, en febrero del 2011 constituyen un comité de vivienda, que, como resultado de intensas conversaciones, logra definir los principios fundamentales mediante los cuales llevarían a cabo el proceso de lucha por el derecho a la vivienda.
En primer lugar, deciden quedarse dentro de la comuna de Estación Central, fundamentando su decisión en argumentos, históricos, sociales, económicos y ambientales. La gran mayoría de quienes integran Ukamau son 4º generación de los primeros habitantes llegados del campo a la ciudad a poblar en donde antes nada hubo. En segundo lugar, quedarse en Estación Central significaba quedarse en una ubicación cercana al centro, con áreas verdes y buena conectividad, descartando una ubicación en la periferia, donde no hay trabajo, se alargan los tiempos de movilización, se reducen las áreas verdes y se pierden las redes de cooperación con que las familias cuentan.
La Maestranza de San Eugenio[3]
Los terrenos de la Maestranza de Ferrocarriles San Eugenio (MSE) son cuarenta y tres hectáreas, ubicadas en el suroriente de la comuna de Estación Central. Su construcción marcó el inicio de la urbanización de la zona sur poniente de la comuna de Santiago a principios del siglo XX. Alberga inmuebles bajo la categoría de monumento históricos en el contexto de una zona típica que protege aproximadamente el treinta por ciento de los terrenos industriales ferroviarios, monumentos históricos muebles y zonas de conservación histórica para vivienda obrera a través del Plan regulador de Estación Central, sin embargo, en el resto del terreno existe un importante patrimonio cultural aún no protegido.
La MSE y las poblaciones obreras que la circundan, son representativas del Estado de Bienestar y del periodo de industrialización en Chile, representando un patrimonio cultural conformado por espacios fabriles, vivienda obrera y equipamiento social ubicados en una proximidad única en la ciudad de Santiago.
La MSE en el pasado ha sido objeto de una serie de proyectos de ordenamientos tales como Maestranza 21 y la urbanización mediante el nuevo Plan regulador de Estación Central, así también ha sido considerada como parte de otros proyectos tales como el Plan Anillo Interior y Operación Estación Central.
Hoy el sector sur poniente de la comuna de Santiago y los terrenos de la MSE se encuentran en camino a reactivarse, mediante una serie de proyectos urbanos tales como el Parque la Aguada, una estación de la futura Línea 6 de Metro, una estación intermodal, el cambio al Plan Regulador de Santiago y un canal de televisión reutilizando instalaciones industriales del sector.
Un hito en la historia del Ukamau, lo representa el compromiso de venta por parte de Ferrocarriles (2011) de dos y media hectáreas de terrenos que los pobladores requerían para radicarse. Esta empresa no contemplaba la construcción de vivienda social en la futura urbanización del enclave, ya que entorpecía y encarecía el negocio inmobiliario que, a través de la inmobiliaria INVIA, se esperaba llevar a cabo en esos terrenos.
Debido a la Ley Orgánica de Ferrocarriles, para evitar la depreciación de los terrenos, las ventas debían llevarse a cabo mediante tasación y licitación, pasos que han sido llevados a cabo de manera favorable para la organización de pobladores. Ukamau logró –tras grandes dificultades- que INVIA junto al Municipio, comenzaran el desarrollo de un Plan Seccional, a la vez que una autogestión sin EGIS, logrando aumentar en siete metros cuadrados cada una de las viviendas del conjunto.
El trabajo de la organización concitó el interés de tesistas de arquitectura los cuales desarrollaron el proyecto habitacional asesorados por la oficina del arquitecto y Premio Nacional de Arquitectura (1983) Fernando Castillo Velasco. Si bien el diseño se encuentra definido, su ubicación aún puede ser modificada dentro de los terrenos de la nueva urbanización.
El movimiento considera que las instalaciones industriales patrimoniales de la maestranza San Eugenio deben tener un uso cultural inter comunal, y que las decisiones del Plan maestro para la nueva urbanización han sido hasta el momento correctas, definiendo la posibilidad de construcción de edificios de hasta doce pisos y equipamiento comercial a nivel comunal. Serán los primeros habitantes de los terrenos ferroviarios esperando cohabitar con aquellos que lleguen posteriormente a la urbanización. Así mismo ya se han contactado con la organización Vecinos por la Puesta en Valor del Barrio San Eugenio, los cuales han asumido desde 2012, la tarea de lograr una declaratoria de zona típica para los barrios obreros que circundan los terrenos de la MSE.
El trabajo de organización de la comunidad requirió altos niveles de participación a la vez que un profundo trabajo de cambio de actitud y disposición de los pobladores. En este sentido durante las distintas asambleas acuñaron frases como “tu hogar es todo el barrio” y “nadie te va regalar casa” las que intentan doblar la mano a cualquier lógica individualista.
Estos intentos por profundizar en la idea de comunidad y cooperación tenían también un fin práctico, puesto que hasta ahora la totalidad de los pobladores habían habitado en casas, sin embargo, debían asumir ahora que debían aprender a vivir en departamentos.
Ukamau lucha por el reconocimiento constitucional del Derecho a una Vivienda Digna y el fin a la privatización de la vivienda social, una Ley General de Vivienda, desarrollada en conjunto con las organizaciones nacionales de allegados y deudores habitacionales y un Programa de Emergencia de construcción de Viviendas Sociales, desarrollado en conjunto con las organizaciones nacionales, regionales y comunales de allegados.
El sentido y el valor que posee el llegar a Maestranza San Eugenio, es que da continuidad a procesos históricos de urbanización vinculados a la identidad de la gente trabajadora, dado que en este sector de la ciudad se registran una diversidad de formas en la que estos grupos sociales tuvieron acceso a la vivienda. Sin embargo, hoy su ubicación obedece a los propios esfuerzos de una comunidad ejemplar, capaz de organizarse y plantearse un objetivo común.
La construcción de este proyecto de vivienda social en los terrenos de la MSE permitirá que un grupo importante de familias se localicen en áreas centrales de la ciudad, reconociendo y manteniendo las ventajas que este tipo de ubicación ofrece a los habitantes urbanos. Además, representa una oportunidad para reconocer el valor social del patrimonio cultural, poniendo de manifiesto la dificultad de ciertos grupos para acceder a este tipo de suelo.
La eficacia del movimiento de pobladores habla sin duda de capacidades de gestión y negociación destacables, valor agregado por aquellos integrantes del movimiento que han decidido poner a disposición de este proceso sus conocimientos y disponibilidad de tiempo, así como la asertividad del discurso planteado por un grupo ciudadano que reclama los derechos que posee y a la vez que exige otros nuevos.

Aland Castro, coordinador nacional del Movimiento de Pobladores Ukamau


[1] Allí, en esa prolongación de terrenos rurales hacia el Oeste de la ciudad de Santiago y desde la quebrada de García Cáceres, se encontraba la mentada Chuchunco, más o menos desde el sector que hoy corresponde a la Estación Central, hacia el Oeste. Correspondía entonces, y desde los inicios de la capital chilena, a un paraje inhóspito, y los indígenas le habían colocado tal nombre, según comenta René León Echaíz en "Historia de Santiago", porque desde allí se podía ver cómo las aguas del río Mapocho eran consumidas por las tierras de la proximidad, como si se las tragase. "¿Chu-chun-co?", en mapudungún, significa entonces algo así como "¿Dónde quedó el río?", "¿Qué se hizo el río?". Pagina Urbatorium   {citado 9 de abril 2015} disponible en http://urbatorium.blogspot.com/2009/05/chuchunco-no-quedaba-tan-lejos.html
[2] Idem nota 1
[3] SITIO CERO, 9 de enero de 2014. Maestranza San Eugenio: Ukamau y el ciclo de la vivienda social. Disponible en: http://sitiocero.net/2014/maestranza-san-eugenio-ukamau-y-el-ciclo-de-la-vivienda-social/

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